Cuerpo, divino atanor
El atanor era el horno de fusión que usaban los alquimistas para destilar quintaesencia, el elixir, piedra filosofal u “oro”.
El cuerpo que habitamos es un laboratorio en el que podemos experimentar el misterio de transmutar las sensaciones, impresiones y percepciones que nos provoca el mundo externo.
No estamos aquí para perder tiempo y sufrir en vano. La realidad externa es la “tentación” para seguir buscando culpables “ahí fuera”.
Vivimos una realidad que es el resultado de nuestra conciencia autoproyectada.
En todo hay un error, en todo hay una grieta por la que pretende filtrarse la luz, como decía Leonard Cohen.
Las dificultades, lo que te duele y parece no tener sentido, lo tiene y lo veremos si decidimos levantar los velos que hay en la superficie de nuestras experiencias.
Sabemos que la física lleva muchos años insistiendo en que todo está hecho de átomos y que el 99% de dicha entidad es vacío. O sea, vivimos en una realidad que está constituida por un “vacío”, que es la parte ondulatoria de la partícula atómica.
Meditar en este conocimiento que establecen las ciencias físicas nos debe llevar a un cuestionamiento
¿Estoy constituida por “vacío”?
¿Mi casa es “vacío”?
¿Mi pareja, hijos y familia son “vacío”?
La mente racional ahí, se hace un lío.
Sin embargo, cuestionar lo tangible, la materia que te rodea es un paso necesario, ya que la realidad que vives ha sido creada en algún momento de tu pasado. Hiciste elecciones en el pasado que han actualizado lo que vives hoy.
Esta imagen que comparto representa el atanor, el contenedor para hacer Alquimia. Los antiguos alquimistas lo utilizaban para transformar lo grosero en sutil, el plomo en oro.
Nuestro atanor es nuestro cuerpo, increíble tecnología, que apenas utilizamos en su modalidad básica, recalentando el sistema por ignorancia y falta de pericia. Cuando vivimos aferrados al miedo, el cuerpo se llena de cortisol, que es la hormona del estrés y si no nos equilibramos en un cierto tiempo, nuestro PH se vuelve ácido.
Voy a poner un ejemplo. Si tienes un porsche y te pasas en día dàndole acelerones sin ton ni son, forzando el motor y metiéndole por caminos tortuosos, es probable que el bólido acabe averiándose. Esto sucede con nuestro bendito cuerpo que, no sabemos usar como recipiente para nuestra transformación, y ni siquiera hemos aprendido a escucharlo.
Todo lo que parece estar sucediendo en tu mundo busca hacerte despertar: Despertar La Nueva Inteligencia, que es antigua como el mundo, Consciencia.
La Consciencia es la hermana mayor de la inteligencia racional. Es un puente para entender el mundo e interactuar con él, pasando de una percepción de dualidad a una de unidad..
¿Te atreves a indagar, o vas a seguir dando vueltas en el interminable bucle de causa inconsciente- efecto inconsciente?
Esta última opción de vivir en automático, que es la más utilizada aún por las gentes del planeta, es un proceso que nos consume y es agotador.
Todo cambio requiere de una Iniciación.
El camino más largo comienza por un primer paso. En mis programas me encargo de facilitar los conocimientos necesarios para hacer alquimia y transformar los estados mentales y emocionales. Doy aliento para que salgan los recursos internos de la persona, que están durmientes en su Ser.
La vida nos pide que demos un paso hacia la mayoría de edad, a recordar nuestro origen y esencia. Estamos en un momento de maduración evolutiva.
Todo lo que existe es una gran red entretejida de fina sensibilidad. Lo tienes todo, eres la expresión perfecta de un rostro de la Divinidad experimentando en la Tierra. Por eso, decídete a manifestar lo que te hace única, singular.
Con Amor,…
El Oràculo